Pasado algún tiempo comenzó a actuar junto a sus hermanos en el vodevil, primero en tríos o cuartetos musicales y finalmente en revistas. La obra Cocoanuts, interpretada de1925 a 1928, dio a los Marx su oportunidad en Broadway. A raíz de este éxito, y tras olvidar su infructuoso rodaje de una primera y perdida película muda del año 1921 llamada "Humor Risk", firmaron un acuerdo con la productora de cine Paramount, con la que hicieron varias películas, como "Los cuatro cocos", "Plumas de caballo" y "Sopa de ganso", entre otras.
Tras salir de la Paramount , y gracias al productor Irving G.
Thalberg, los hermanos Marx comenzaron a trabajar con la Metro Goldwyn
Mayer, de donde salieron películas como "Una noche en la ópera" y "Un
día en las carreras". Los hermanos se iban de gira con la farándula
puliendo su espectáculo de variedades y luego utilizaban los mejores gags en
las películas que rodaban con Thalberg, dando también su espacio a la
improvisación.
Por supuesto no podemos dejar pasar por alto esa estética tan peculiar que tenía. Se ponía un mostacho postizo muy incómodo y un día decidió
quitárselo y pintarse uno con betún, con lo que configuró parte de la
iconografía de su personaje; igualmente añadió unos característicos andares
gachos que suscitaron la risa cuando los ensayó en el espectáculo y completó su
personaje con cejas pobladas, un habano y gafas de metal.
En los 50 cada uno de los tres hermanos continuó
trabajando independientemente en radio, televisión y cine, siendo Groucho el
que más éxito cosechó, gracias a su faceta como escritor y sobre todo gracias a
su programa televisivo "Apueste su vida", con el que se hizo
realmente famoso en los Estados Unidos entre una generación de personas que
nunca lo habían visto en el teatro y que apenas lo conocían de alguna de sus
viejas películas. Escribió dos libros de memorias: Groucho y yo (Barcelona:
Tusquets editores, 1995) y Memorias de un amante sarnoso (Barcelona:
Tusquets editores, 2000).
En español se han publicado algunos de sus cuentos: ¡Sálvese
quien pueda! y otras historias inauditas (Plot ediciones, 2005), cartas: Las
cartas de Groucho (Barcelona: Anagrama, 1998) y guiones radiofónicos: Groucho
y Chico abogados: Flywheel, Shyster y Flywheel. El serial radiofónico perdido
de los hermanos Marx (Barcelona: Tusquets editores, 1999)
Además casi todos habréis oído la frase, tan mítica ya: "Aquí hay más gente que en el camarote de los Hermanos Marx". Si no sabéis todavía a que nos referimos o queréis reíros una vez más con una de las escenas más graciosas de estos hermanos, aquí la tenéis.
Nos queremos despedir con unas cuantas frases de Groucho. Aquí están:
- Hijo mío, la felicidad está hecha de pequeñas cosas: Un
pequeño yate, una pequeña mansión, una pequeña fortuna…
- El secreto de la vida es la honestidad y el juego limpio, si
puedes simular eso, lo has conseguido.
- ¡Hay tantas cosas en la vida más importantes que el dinero!
¡Pero cuestan tanto!.
- Encuentro la televisión muy educativa. Cada vez que alguien
la enciende, me retiro a otra habitación y leo un libro.
- Fuera del perro, un libro es probablemente el mejor amigo
del hombre, y dentro del perro probablemente está demasiado oscuro para leer.
- Disculpen si les llamo caballeros, pero es que no les
conozco muy bien.
- Estos son mis principios. Si no les gustan tengo otros.
- Debo confesar que nací a una edad muy temprana.
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